¿Qué tal se nos da ponernos en la piel de otra persona? ¿Somos capaces de imaginar cómo nos sentiríamos ante determinada situación o circunstancia si fuésemos otra persona? En esencia, estas preguntas responden a la definición de empatía.
Hoy en día, la empatía se ha convertido en una de las habilidades más importantes para vivir una vida plena y feliz. El principal motivo es que interactuamos cada vez con más individuos de nuestra sociedad. El desarrollo del transporte y los medios de comunicación han conseguido que cada día podamos estar en contacto con cientos o miles de personas.
A nivel cerebral, la empatía tiene lugar en el lado derecho del cerebro, el cual se encarga también de la creatividad, mientras que el lado izquierdo está encargado de las secuencias lógicas, las palabras y las matemáticas. Tal y como defiende Daniel Pink en su libro “A whole new mind”, las personas con más éxito del futuro serán aquellas que ejerciten más su lado derecho del cerebro, cultivando la creatividad y la empatía, ya que las actividades que realizamos con el lado izquierdo del cerebro se pueden hacer de forma más rápida con un ordenador o de forma más barata en países en vías de desarrollo.
Como seres humanos, nuestras relaciones interpersonales pueden llegar a jugar un papel clave en nuestra satisfacción personal. Muchos expertos como Daniel Pink afirman que estas relaciones interpersonales son uno de los factores decisivos de nuestra felicidad, y es por ello que el éxito de nuestras relaciones está íntimamente ligado a nuestro éxito en la búsqueda de felicidad.
La empatía, como habilidad para comprender las emociones de otras personas, nos ayuda a que nuestras relaciones y comunicaciones sean beneficiosas, positivas y constructivas. Una falta de empatía a menudo conlleva relaciones negativas y destructivas. Por ejemplo, si estamos en un restaurante y un camarero no nos atiende cómo a nosotros nos gustaría, es fácil dejarse llevar y enfadarse. Esto demostraría una falta de empatía, ya que si fuéramos capaces de ponernos en la piel del camarero, quizás nos sería más fácil entender sus motivos para no atendernos de la mejor forma posible: quizás lleva un mes trabajando sin librar ningún día, o quizás el dueño lleva dos meses sin pagarle, o quizás su hija está enferma y no puede estar en casa cuidándola. Sin embargo, si hacemos un esfuerzo por intentar empatizar con el camarero, quizás incluso podamos llegar a hacer que se sienta más alegre y, como consecuencia, nos atienda de una forma más apropiada.
Si quieres tener una mejor idea de tu nivel de empatía te recomiendo hacer este test. Son tan solo 10 preguntas cortas y no debería llevarte más de 3 minutos.
¿Qué tal tu puntuación en el test? ¿Crees que refleja tu verdadero nivel de empatía? ¡Deja tu comentario debajo con tu puntuación y continuemos el debate!
Muchas gracias Sandra por compartir tu resultado y tus progresos con nosotros. Me alegro mucho que creas que te he ayudado a mejorar tu nivel de empatía.
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Hice el test hace unos meses y salió NORMAL. Después de leer fragmentos de tu libro en el blog y de ver los videos en youtube, lo he vuelto a realizar y el resultado es NORMAL-ALTO. A la vista está que has modificado para bien mi manera de pensar.
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